Ayer salí a orinar a la calle
ayer salí a orinar a la calle,
eran las tres de la mañana.
un anciano me preguntó si todo estaba bien.
compramos cervezas,
me contó sobre él,
era un mago extraviado.
agarramos el auto y nos perdimos en el desierto de ojos,
los grillos del árbol búfalo nos arrullaron.
la estela de malta y tabaco nos pronosticó un sueño próspero.
hicimos dos viajes,
cada uno de siete días.
cacé,
pasé hambre,
se me enseñó a morir.
robé la varita de incienso, la incrusté en mi frente
y comencé mi poema.
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Introducción/ bienvenida
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varita*
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