No hay nada que temer

no se sorprendan, entonces
si me ven simultáneamente
en dos ciudades distintas
puesto que, como dice el título de este poema
no hay nada que temer
 
lo que me interesa, en todo caso
es resolver el misterio
del cepillo de dientes perdido

Introducción/ bienvenida

Mi nombre es Sebastián Barriga González. Algunas veces soy Ananías Panaj, otras, el señor Bargasebia. Por las noches, me gusta pensarme com...